Muchas familias acuden a nuestro centro preocupadas por que sus hijos/as presentan Trastornos de los Sonidos del Habla (TSH), esto es, no tienen incluido en su repertorio fonético ciertos fonemas (niños que, en su desarrollo del lenguaje, no pronuncian la R, la K, entre otros).
A veces, el discurso de estos niños/as se hace ininteligible y la comunicación con sus interlocutores se resiente de forma notable interfiriendo por tanto, en sus relaciones sociales bien entre iguales y/o con adultos.
La adquisición del repertorio fonético va a depender de diversas variables como pueden ser la edad cronológica del niño, si existen alteraciones o malformaciones en relación a su aparato buco fonador, la maduración del canal fonológico….y siempre teniendo en cuenta el propio proceso de maduración de cada niño/a, respetando sus tiempos y siendo comprensivos hacia este proceso tan complejo e importante como es la adquisición del repertorio fonético castellano en su totalidad.
Por tanto, ¿es “normal” que mi hijo/a los 3 años de edad no pronuncie la erre?
Para responder a este tipo de dudas , vamos a adentrarnos un poco en este campo y exponemos a continuación, una clasificación de los fonemas atendiendo a su modo de articulación, punto de articulación y vibración de las cuerdas vocales (CCVV).
Atendiendo al modo de articulación encontramos:
- Oclusivas: se reconocen por su salida rápida: /b/, /p/, /t/, /k/, /d/, /g/, así como las nasales /m/, /n/ y /ñ/.
- Fricativas: el aire sale lentamente y rozando diversos órganos articulatorios. En castellano son fricativas: /f/, /s/, /z/, /j/ /y/.
- Africadas: coexisten en el tiempo de emisión la oclusión y la fricación. En castellano su representante es el fonema /ch/.
- Líquidas: que dividimos a su vez en laterales (el aire sale por un lado o por ambos de la boca, estas son /l/ /ll/ y vibrantes que como su propio nombre indica la lengua produce una o más vibraciones, es el caso de /r/ /rr/.
Atendiendo a su punto de articulación:
- Bilabiales: contacto entre los labios: /p/, /b/, /m/
- Labiodentales: existe un apoyo del labio inferior contra los incisivos superiores. El fonema labiodental en castellano es la /f/.
- Dentales: la punta de lengua choca contra los incisivos superiores; /t/, /d/.
- Interdentales: la punta de la lengua se aproxima y roza los incisivos superiores e inferiores :/z/
- Alveolares: la punta de la lengua toca los alveolos superiores: /s/, /n/, /l/, /r/, /rr/.
- Palatales: aquí, el predorso de la lengua toca el paladar: /y/, /c/, /n/, /ll/
- Velares: se produce un contacto entre el posdorso de la lengua con el velo palatino: /k/, /g/, /j/
Teniendo en cuenta las vibraciones de las CCVV, podemos dividir los fonemas en:
- Sordos: pocas vibraciones: /p/, /t/, /k/, /ch/, /z/, /f/, /s/, /j/.
- Sonoros: muchas vibraciones: /b/, /d/, /g/, /m/, /n/, /l/, /r/, /rr/, /y/, /ll/, /ñ/.
Como podemos observar, existe una gran variedad de fonemas en nuestro idioma, muy diferentes entre sí. La correcta articulación de ellos no es “tarea fácil” y lo que puede surgir dentro de un proceso normativo de desarrollo del lenguaje, a veces se ve alterado por diferentes razones:
- El propio proceso de maduración del niño.
- La dificultad de algunos sonidos en sí mismo /r/, /rr/, /k/, /l/…
- La secuencia de varias consonantes diferentes y la proximidad de unos sonidos a otros, esto es, la posición en donde se encuentre un fonema dentro de la palabra ( inicial, media o final) y las posibles sustituciones o asimilaciones entre fonemas, por ejemplo en la palabra “paquete” podemos encontrar errores sustitutivos o de asimilación tales como: “papete” o”tatete”.
- La combinación de los fonemas en castellano. En castellano, esta combinación suele hacerse en cadenas de consonante-vocal-consonante-vocal (CVCV) aunque no siempre y la dificultad se hace palpable cuando en ciertas estructuras (CCV) añadimos /l/, /r/ con la consecuente dificultad que ya existe de por si en el fonema de forma aislada.
- La longitud de las palabras: son un posible foco de dificultad las palabras trisílabas y las polisílabas.
Atendiendo a todo lo expuesto, ¿sería conveniente/importante que mi hijo/a empiece un proceso de rehabilitación del lenguaje porque no tiene adquiridos (no pronuncia) ciertos fonemas? Como hemos dejado patente, existen muchas variables a tener en cuenta, pero si atendemos a la fase madurativa/normativa del proceso de adquisición fonemático y teniendo como referencia en sus estudios de investigación (Bosch, 1984) estas serían las edades de adquisición de los diferentes fonemas de nuestro idioma:
- 3 años: /m/, /n/, /p/, /t/, /k/, /b/, /g/, /f/, /s/, /j/, /ch/, /l/, /nasal + consonante (C)/, diptongo decrecientes (paisaje, bailo…)
- 4 años: (además de los anteriores), /d/, /ll/, /r/, /C+l/
- 5 años: ( además de los anteriores), /z/, /s+C/, /C+r/
- 6 años: (además de los anteriores): /rr/, /s+ CC/, /liquida/, diptongos crecientes (peine, aceite…).
Rescatando la primera pregunta planteada al principio del artículo, ¿es “normal” que mi hijo/a los 3 años de edad no pronuncie la erre?, la respuesta seria Si, es totalmente normativo y forma parte de su propio proceso de madurativo-evolutivo.
¿Y si mi hijo/a que tiene 7 años, no pronuncia la /rr/ o la sustituye por otro fonema (por ejemplo la /d/)?, ¿sería conveniente que asistiera a sesiones de rehabilitación para el desarrollo del lenguaje? Claramente sí. Este sería un claro ejemplo de desfase madurativo y sería conveniente empezar con un proceso de adquisición del fonema en sí, porque ya no estaríamos hablando de un proceso evolutivo de maduración normativa sino de un TSH.
Desde nuestro Centro (Sentidos) trabajamos con los niños/as este aspecto tan importante del desarrollo del lenguaje atendiendo siempre a sus propios intereses, su edad cronológica (de forma directa o indirecta), sus características propias y respetando en todo momento su propio proceso de aprendizaje.
Estaremos encantadas de ser guías en este proceso de adquisición lingüística, de su propio desarrollo en general.
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Fátima Ruiz Jiménez. Maestra Especialista en Audición y Lenguaje.